Claro que sí! Incluso, no sólo que puede sino que existe!! Vamos a ver….
El desarrollo económico y social es una de las principales preocupaciones de la humanidad. El aumento en los niveles de renta y de bienestar de la población centra los objetivos de los gobernantes y ciudadanos en todos los países.
Tras la crisis del petróleo de los años setenta, empezó a forjase una nueva forma de plantear la cuestión del desarrollo, una vez constatada la incapacidad de las políticas tradicionales para solucionar los problemas de desempleo y transformación estructural que se percibían en los ámbitos nacionales. La Economía Solidaria surge como un modelo para hacer frente desde el propio territorio y la comunidad de ciudadanos a las cuestiones básicas que les preocupan.
La Economía Solidaria se presenta, de este modo, como una forma de economía alternativa, integral y no reduccionista que no se basa en la dominación de unos hombres que poseen capital, sobre otros que están desprovistos de él. Dicho de otro modo, elige la satisfacción de las necesidades comunes a través de la solidaridad con otros hombres, a través del esfuerzo propio y de la ayuda mutua, no se aleja de la comunidad societal, por esto el hombre desde la Economía Solidaria resuelve y trasciende la propia necesidad hacia un encuentro con el otro.
Subyace a este planteamiento la concepción de que la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía (Max-Neef, 1998). Por ello mismo, a su vez, el principal fundamento de la Economía Solidaria es que la persona está en el centro del sistema económico y productivo. Tanto sus capacidades, como sus necesidades, como en su dimensión de ser social. La persona no es un coste, ni un insumo, es el por qué y el para qué de todo sistema económico.
En definitiva, tal y como afirma Humberto Ortiz, presidente de Red de Economía Solidaria del Perú, lo que plantea la Economía Solidaria es recuperar la esencia de la economía, su responsabilidad por mejorar las condiciones de vida de la sociedad, por ello invierte su interés en la economía cotidiana de la gente, en la búsqueda del sentido social de la economía, desde la propia vivencia de la gente, desde la economía familiar, la del barrio donde se forman nuevos actores económicos.
Muy bien, esto en la teoría ¿y en la práctica?
El desarrollo económico y social es una de las principales preocupaciones de la humanidad. El aumento en los niveles de renta y de bienestar de la población centra los objetivos de los gobernantes y ciudadanos en todos los países.
Tras la crisis del petróleo de los años setenta, empezó a forjase una nueva forma de plantear la cuestión del desarrollo, una vez constatada la incapacidad de las políticas tradicionales para solucionar los problemas de desempleo y transformación estructural que se percibían en los ámbitos nacionales. La Economía Solidaria surge como un modelo para hacer frente desde el propio territorio y la comunidad de ciudadanos a las cuestiones básicas que les preocupan.
La Economía Solidaria se presenta, de este modo, como una forma de economía alternativa, integral y no reduccionista que no se basa en la dominación de unos hombres que poseen capital, sobre otros que están desprovistos de él. Dicho de otro modo, elige la satisfacción de las necesidades comunes a través de la solidaridad con otros hombres, a través del esfuerzo propio y de la ayuda mutua, no se aleja de la comunidad societal, por esto el hombre desde la Economía Solidaria resuelve y trasciende la propia necesidad hacia un encuentro con el otro.
Subyace a este planteamiento la concepción de que la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía (Max-Neef, 1998). Por ello mismo, a su vez, el principal fundamento de la Economía Solidaria es que la persona está en el centro del sistema económico y productivo. Tanto sus capacidades, como sus necesidades, como en su dimensión de ser social. La persona no es un coste, ni un insumo, es el por qué y el para qué de todo sistema económico.
En definitiva, tal y como afirma Humberto Ortiz, presidente de Red de Economía Solidaria del Perú, lo que plantea la Economía Solidaria es recuperar la esencia de la economía, su responsabilidad por mejorar las condiciones de vida de la sociedad, por ello invierte su interés en la economía cotidiana de la gente, en la búsqueda del sentido social de la economía, desde la propia vivencia de la gente, desde la economía familiar, la del barrio donde se forman nuevos actores económicos.
Muy bien, esto en la teoría ¿y en la práctica?
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