lunes, 30 de septiembre de 2013

No es lo mismo el autoempleo que el emprendedorismo

Si bien hay varias definiciones sobre autoempleo, todas coinciden que parte de una actividad emprendedora. Sin embargo, a mí entender son situaciones diferentes.

Emprender es una actividad productiva. Las actividades productivas que no terminan generando empleo para otras personas terminan siendo sólo un emprendimiento de autoempleo. Y por autoempleo también se entiende el ser dueño de un establecimiento unipersonal. Tiene muchos nombres, pero todos hacen referencia a la persona que trabaja sola. Muchas veces ocurre porque no tienen suficiente capital ni las mejores condiciones.

Según la Corporación Andina de Fomento (CAF) en América Latina se ve que muchos trabajan en la vía pública, en instalaciones que no son estables o que están dentro de la vivienda, no tienen proveedores fijos ni clientes fijos. En este continente, generalmente, el autoempleo está relacionado con varias características que se llevan a fin de cuentas a tener ingresos bastantes más bajos, que son actividades improductivas que por lo general se asocian al sector informal y terminan repercutiendo en la pobreza. De hecho, el ingreso en el autoempleo tiene mucho que ver con la necesidad de salir de la pobreza, de tener al menos un trabajo que asegure la autosubsistencia. Vale aclarar que se está haciendo referencia al autoempleo informal, no de un abogado que se pone su estudio o de un diseñador freelance. Sino que se refiere a alguien que vende ropa que le compra a otro, o que cose, o vende café en la calle. Cuando se está en este tipo de ocupaciones es muy poco probable que se transite hacia un empleo de mejor calidad.

Según el mismo organismo, en América Latina entre los autoempleados y los microempresarios sólo uno de cada cuatro tiene camino de éxito relativo (compra una maquinaria, se expande, pone una sucursal, contrata más empleados). Por tanto y según el mismo organismo, esa idea de que América Latina es muy emprendedora y que mucha gente tiene su propio negocio no es tan buena como parece a primera vista porque gran parte de la composición del emprendimiento es el autoempleo.


Me parece importante así, diferenciar en qué situación nos encontramos ¿somos emprendedores o buscamos el autoempleo?


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Encuestas sobre el impacto de la RSC, en consumidores y en ventas

Recientemente la consultora Nielsen publico los resultados de un estudio global sobre la Responsabilidad Social Corporativa a más de 29.000 usuarios de internet de 58 países.


Los datos que arroja son, como mínimo, interesantes. Entre ellos que el 50% de los consumidores de todo el mundo está dispuesto a pagar más por productos y servicios de compañías implicadas en programas de Responsabilidad Social Corporativa, lo que supone un incremento de cinco puntos más que en el año 2011.  También dice que el interés de los consumidores por la responsabilidad social de las empresas ha aumentado en el 74% de los países analizados, lo que denota la importancia de que las empresas realicen programas adecuados y comprometidos con la sociedad.

Según dicho estudio, los menores de 30 años son los que más claramente se inclinan por las compañías que llevan programas de RSC, en todos los grupos de edad y tanto en hombres como en mujeres ha aumentado el porcentaje de los que están dispuestos a pagar más por productos o servicios de compañías que se comprometen visiblemente a asumir compromisos sociales. Así, el 50% de los que tienen entre 40 y 44 años pagarían más por productos de empresas comprometidas, cuando hace dos años solo lo harían un 38%. 

Así de primera, los resultados me parecen optimistas y alentadores para que las empresas sigan o comiencen – según sea el caso -  a apostar por políticas y acciones relacionadas con la RSC, ahora bien, me gustaría que está misma encuesta se la realicen a empresas en donde la pregunta sea ¿aumentó su número de venta por aplicar políticas de RSC? ¿Siente el retorno de la inversión?  Porque no debemos obviar la tendencia a responder lo políticamente correcto y aunque el cuestionario realizado por la consultora Nielsen sea vía internet, o sea, el anonimato es aún mayor, a todos nos cuesta reconocer que puede privar el precio más que la responsabilidad social de la empresa o incluso la moda o la imagen que genera consumir un tipo de marca en lugar de otra.

En conclusión, como puede ser el caso que muchos encuestados respondan a conciencia como otros que se dejen llevar por lo políticamente correcto, creo que para completar la encuesta y reafirmar o desvalorizar los resultados sería conveniente también preguntar a las empresas sobre su impacto o no de las políticas de RSC en sus ventas.