Tiempo de crisis ¿lo comparto con mis trabajadores o les ahorro el disgusto?

Desde hace un tiempo la duda es la misma ¿comunico o no a los trabajadores que la empresa está atravesando un situación económica complicada? Algunos directivos eligen no decir nada para que los empleados no entren en pánico y disminuya su productividad o para que no se distraigan pensando en el futuro y olviden trabajar el presente o por miedo a que bajen los brazos  a falta de un espíritu de lucha. 

Otros no lo hacen simplemente para cargar por sobre sus espaldas el peso de toda la responsabilidad y ahorrar a los empleados el mal trago.  Mi consejo es, por el contrario, comunicar a todos los trabajadores la situación de la empresa.

Es un punto clave en toda la estrategia del negocio y muchas veces no es tenido en cuenta ya que sólo se pone foco en los números dejando de lado el clima interno de la empresa.

Todos deben saber dónde está parada la empresa, al menos lo que se pueda saber públicamente. Y si bien comunicar no va a hacer que la crisis desaparezca sí va a ayudar a vivir mejor, el silencio siempre es el peor camino.

                                                   ¿Cuál es el mejor modo para comunicar?

Cada empresa debe hacerlo de acuerdo a su cultura, la crisis no es un buen momento para cambiar la estrategia de comunicación. Si se hacen reuniones semanales, pues en esas reuniones; si se emiten comunicados internos formales, con un comunicado; si la empresa no está acostumbrada a tener reuniones y las comunicaciones son “en el pasillo” pues anticiparlo de éste modo y luego convocar una reunión formal.

También es importante y necesario comunicar si va a haber problemas para pagar los sueldos. Es mejor avisarlo antes de fin de mes para evitar la situación en la que nadie sabe porque no cobró ni cuándo cobrará y esto no sólo por una cuestión de ética y respeto sino también para calmar ansiedades y alinear  a todo el personal en un objetivo común.

No nos olvidemos que los trabajadores son el recurso más preciado de nuestra empresa, una parte fundamental. Independientemente del tamaño, se es un equipo, hay que crear confianza y lealtad.

Lo dicho, el silencio es el peor camino.